La promoción vocacional es en esencia lo mismo que la evangelización y testimonio correspondiente a todo discípulo de Jesucristo, ligado hasta lo más hondo a El por el Bautismo. La promoción vocacional procura nuevas vocaciones seglares franciscanas; esto es, intenta que otras personas encuentren a Jesucristo como el Señor soberano de su vida y el Evangelio como su pauta y norma cotidiana. Lo peculiar del franciscanismo es exclusivamente, la manera de vincularse a Jesucristo, como podemos saber ocurrió en la vida de Francisco de Asís. Promoción vocacional es en el fondo empeño por conversiones a Jesucristo, a una vida intensa de fe, a una experiencia honda de Dios. Esto es hacer apostolado, evangelizar; a la vez que dar testimonio de las propias convicciones y forma concreta de vivir.
Lo peculiar de nuestra promoción vocacional es que ella, en cuanto franciscana, postula una percepción específica del cristianismo, del evangelio. Esto es, el camino espiritual de San Francisco de Asís, su enseñanza de sabiduría y ejemplo de vida; avalados por la Iglesia que le canonizó y aprobó las órdenes por él fundadas o que le siguen.
LA VOCACIÓN FRANCISCANA
Esta vocación puede llegar a experimentarla como íntimamente personal cualquier católico que sintonice con el carisma franciscano; que tras conocerlo, esté recibiendo de Dios, del Espíritu, indicios de esta vocación. La primera mira del llamado divino se orienta a la más íntima familiaridad con Jesucristo. El carisma o camino peculiar del franciscanismo es llamado, a agradar a Dios al modo que Francisco, a realizarse en plenitud de tal manera. Como el llamado a la fe, también el que orienta hacia este camino, se suscita a partir de la audición de la palabra de Dios: "La fe viene de oír la palabra de Dios, y el oír, de que ésta sea anunciada" (Ro 10,17). En este punto se ubica el rol de la promoción vocacional; ella brinda el anuncio, la comunicación de la palabra que puede requerir el hermano para optar por su seguimiento.
En nuestra provincia franciscana de Nuestra Señora de la Paz, promovemos el respeto a las diferentes culturas de las jóvenes que desean abrazar nuestra vida religiosa, valorando sus raíces.
Documento para descargar
para la convivencia vocacional 2011:
La vida religiosa tiene su origen en la llamada de Dios a través de Cristo:
“llamó a los que él quiso para que estuvieran con Él” (Mc 3,14).
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La vocación a la vida religiosa es, pues, un don, una gracia, una elección.
La Pastoral vocacional es la acción franciscana en diversas partes del mundo e invitación a las jóvenes a responder al llamado de Dios e integrarse a este estilo de vida, siguiendo a Nuestro Padre San Francisco de Asís para llegar a Cristo.
"Antes de haberte formado ya en el seno materno,
te conocía,
y antes que nacieses
te tenía consagrada:
yo profeta de las naciones
te constituí."
Jeremías 1, 4-5
Si en tu corazón sientes EL LLAMADO a vivir una vida Consagrada, Cristo mismo te dice VEN y VE, para que sigas sus pasos por medio de esta congregación. Conoce nuestra vida religiosa consagrada a Dios. Asumimos como norma de vida: “El Evangelio” siguiendo las huellas de Jesús, interpretadas según el estilo de Nuestro Seráfico Padre San Francisco de Asís, conviviendo en fraternidad, y siguiendo libremente a Cristo en Pobreza, Castidad y Obediencia, bajo la protección de la Inmaculada Concepción y de Nuestra Señora de la Paz.
PROMOCIÓN VOCACIONAL
La promoción vocacional es en esencia lo mismo que la evangelización y testimonio correspondiente a todo discípulo de Jesucristo, ligado hasta lo más hondo a El por el Bautismo.
En la pastoral vocacional es necesario el discernimiento vocacional, que es un proceso continuo que comienza con la búsqueda de la llamada de Dios en la vida y llega a ser luego una búsqueda de la voluntad de Dios día a día.
En la pastoral vocacional acompañamos a la joven en su discernimiento para descubrir su vocación y la voluntad de Dios en su vida. Intentamos que las jóvenes encuentren a Jesucristo como el Señor soberano de su vida.