Hogar de Adultos Mayores
HOGAR DE ADULTOS MAYORES
Las hermanas propiciamos a los adultos mayores un ambiente familiar digno de acercamiento y de escucha, fortaleciéndolos humana, espiritual y oralmente.
“Plantados en la casa del Señor, crecerán en el santuario de nuestro Dios.
Aun en la vejez seguirán dando fruto,
conservarán su verdor y lozanía, para anunciar
cuán recto es el Señor, mi roca,
en quien no hay engaño”
(Sal 92, 14-16).
2- Hogar de Adultos mayores
Club Santa Lucía,
Bendición de un anciano
Benditos sean aquellos,
que entienden lo torpe de mi caminar
y la poca firmeza de mi pulso.
Benditos sean aquellos,
que comprenden que ahora mis oídos se esfuerzan por oír
las cosas que ellos dicen.
Benditos sean aquellos,
que parecen comprender que mis ojos están empañados
y mi sentido del humor es limitado.
Benditos sean aquellos,
que disimulan cuando derramo el café sobre la mesa.
Benditos sean aquellos,
que con una sonrisa amable
se detienen a charlar conmigo por unos momentos.
Benditos sean aquellos,
que comprenden mis fallas de memoria
y nunca me dicen "ya has repetido la misma historia dos veces".
Benditos sean aquellos,
que saben despertar historias de un pasado feliz.
Benditos sean aquellos,
que me hacen saber que soy querido,
respetado y que no estoy solo.
Benditos sean aquellos,
que saben lo difícil de encontrar fuerzas para llevar mi cruz.
"BENDITOS SEAN AQUELLOS, QUE CON AMOR ME PERMITEN ESPERAR TRANQUILO EL DIA DE MI PARTIDA".
Pastoral de la salud
Apostolado de la salud, hermanas franciscanas de la inmaculada concepción, HFIC, Pastoral de la salud
4 comentarios:
Nuestro Apostolado de la Salud
En el apostolado de la salud atendemos clínicas, damos asistencia a niños y niñas huérfanos y abandonados de capacidades diferentes y casa hogar para personas de la tercera edad.
La Provincia “Nuestra Señora de la Paz”, queriendo guardar fidelidad a la larga tradición de nuestra Congregación, desde sus inicios ha tenido fraternidades destinadas al cuidado de la salud, de forma particular y específica en la atención de los adultos mayores, a quienes se les garantiza una existencia digna en la última etapa de su existencia, acompañando estos cuidados físicos con una delicada pastoral catequética y espiritual que posibilite en ellos la aceptación de dicha etapa y les permita prepararse para su encuentro con el Dador de la Vida.
En este apostolado propiciamos siempre el encuentro con Cristo, al mismo tiempo que atendemos al alivio del dolor. Ejercemos con amor entrañable al misión de curar el cuerpo y sanar el alma de los preferidos del Reino de Dios, dando esperanza en el sufrimiento y uniéndolo al dolor de Cristo.
En este apostolado propiciamos siempre el encuentro con Cristo, al mismo tiempo que atendemos al alivio del dolor. Ejercemos con amor entrañable al misión de curar el cuerpo y sanar el alma de los preferidos del Reino de Dios, dando esperanza en el sufrimiento y uniéndolo al dolor de Cristo.
Desempeñamos nuestra labor en descubrir, amar y servir a Cristo doliente en los enfermos, ayudándoles a encontrar el sentido del sufrimiento, confortándolos con los auxilios espirituales, promoviendo el valor de la vida, para alimentarlos a vivir en la esperanza. Acompañándolos en su caminar diario por medio de la aceptación de sus debilidades físicas.
En fidelidad a nuestro carisma fundacional, estamos dispuestas a seguir sirviendo, aún de forma sencilla y casi imperceptible, en la hermosa tarea de redimir el dolor humano expresado en la soledad de los adultos mayores y en los sufrimientos de los enfermos.