Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción

Saludo

Bienaventuranzas de la vida consagrada


Bienaventurados y felices…

Bienaventurados los consagrados que saben bien de Quién se han fiado y buscan apasionadamente a Dios sin tregua.

Bienaventurados los consagrados que buscando a Dios de corazón se han encontrado necesariamente con los pobres y se han dejado evangelizar por ellos.

Bienaventurados los consagrados que en un mundo dividido y crispado apuestan firmemente por la fraternidad y hacen del reino de Dios su preocupación primera como lo era la de Jesús.

Bienaventurados los consagrados que no renuncian a su libertad y mantienen en lato su dignidad sin dejarse condicionar por nada  ni por nadie que no sea la voluntad de Dios en sus vidas o el sufrimiento de los más pequeños.

Bienaventurados los consagrados que se convierten en testigos y quieren cada día mas dejar de ser maestros para ser discípulos siempre dispuestos a aprender de Jesús y a seguirle más de cerca.

Bienaventurados los consagrados que cultivan una espiritualidad encarnada y comprometida y no dan rodeos para llegar pronto al templo.

Bienaventurados los consagrados que han hecho de la comunión una autentica tarea y no desmayan tendiendo puentes y trazando caminos.

Bienaventurados los consagrados que no insisten en el “estado de perfección” y en la “fuga mundi” sino que han decidido construir en la vida, en la calle y entre la gente su mejor santuario, porque tienen vocación samaritana.

Bienaventurados los consagrados que se saben convocados al presente, a este día que tiene su propio afán  y no viven empeñados en mirar al pasado y en descalificar permanentemente la modernidad.

Bienaventurados los consagrados que quieren participar gozosamente en el concierto divino que anuncia la justicia para todos, la paz y la integridad de la creación.

Bienaventurados los consagrados que quieren hacer de su opción vital un camino de austeridad y sencillez para denunciar el consumismo enfermizo que nos despoja de nuestra condición de personas y la vergonzosa desigualdad que exhibe este pequeño planeta llamado tierra.

Bienaventurados los consagrados que hacen de sus carismas una mano tendida en nombre de Dios a la humanidad y saben decir sí y no, desde un discernimiento compartido.

Bienaventurados los laicos que caminan con nosotros, unidos a nosotros y comparten con el mismo empeño este sueño de fraternidad.
Porque ellos verán a Dios.




Share:

0 comments:

Publicar un comentario

Paz y bien

HFIC

Nuestra Señora de la Paz.

Nuestra Señora de la Paz.
Ruega por nosotros

Niño Jesús Fundador

Niño Jesús Fundador
Ruega por nosotros

Fray Refugio Morales Córdova

Fray Refugio Morales Córdova
Fundador HFIC

MADRE HUMILDE DEL NIÑO JESÚS

MADRE HUMILDE DEL NIÑO JESÚS
camino a los altares

CO FUNDADORA

CO FUNDADORA
Sor María de la Luz Vázquez de Cristo Crucificado

Nuestro santo patrono

Nuestro santo patrono
Ruega por nosotros

Pastoral Vocacional

Pastoral Vocacional
HFIC